Por fin nos ponemos las botas y comenzamos a andar, empezaba a cansar tanto viaje.
Antes de salir observamos al joven e inocente niño. Más le vale no crecer y seguir así.
Un ratico por buen camino, para entrar en calor.
Mapa de la zona.
De estas caídas de agua hay cada poco. Mires donde mires. Agua no falta.
Normas a seguir.
Primer puente tibetano.
Se acaban los caminos y hasta los senderos, pues el trayecto va por escaleras. A ratos senda y a ratos escaleras. Hay se transporta todo a la espalda.
Max lo prueba pero es difícil y prefiere la mochila.
Como veis hay mucha vegetación y así hasta Beding a 3800 metros. Cambia el tipo de vegetación pero hay mucha a pesar de la altura. Aquí a 3800 sólo piedras.
El trayecto son unos 600 metros de desnivel siempre para arriba y descansando en las curvas, pues no hay mucho trozo llano. Como os he dicho el camino son escaleras. Vamos disfrutando del paisaje y la flora del lugar preguntando a Nima, el guía local, que es cada cosa. Y siempre nos dice lo mismo, esto se come. Se ve que allí se come todo. Y así hicimos, comer todo.
Llegamos a Simigaon en unas 4h pero como es una ladera empinada las casas están esparcidas, tardamos bastante más en llegar al lodge. El refugio donde pasaremos la tarde y la noche.
En el terremoto de 2015 este pueblo quedó arrasado, lo reconstruyeron y luego se dedican a las tareas del campo.
Aquí Max enseñando a la mujer una foto que le ha sacado.
Trabajando las tierras, todo a mano o tirando de animales pero no hay máquinas.
En la escuela del lugar.
Escuela financiada por los japoneses.
El refu, con ducha y todo. Agua fría por supuesto.
Después de comer doy un paseo por los alrededores buscando el camino del día siguiente y veo estas señales.
Siguiente destino, Dongang junto al río y mucha humedad o Kyalje con menos humedad y pizzas para cenar... Ya lo pensaremos.
Normas del parque.
El pequeño pueblo reconstruido en 2015 tras el terremoto.
Salud, bici, montaña!!!
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